jueves, 25 de febrero de 2010

ARTÍCULO DE OPINIÓN EN FUTSAL Y MÁS EN APOYO A XAVI PALAU Y A SU TRABAJO COMO PROFESOR DE LA ESCUELA CATALANA DE ENTRENADORES

Hagamos algo para acabar con ellos…o ellos acabarán con nosotros.

Tal vez haya sido siempre así y tal vez no nos hayamos enterado hasta ahora…

Quizás la única diferencia con respecto a tiempos pasados, sea la posibilidad que ahora nos ofrecen las nuevas tecnologías y que gracias a ellas todos podemos estar tan en contacto y acercarnos tanto la información como para conocer de primera mano la dura realidad. Pero no me preocupa el pasado, aunque pudiese ser tan desagradable como para que los que ahora están en el presente hayan podido aprender y mejorar las técnicas más rastreras, de tal forma que les permite alcanzar una y otra vez sus objetivos personales.

Me preocupa el presente.

Por encima de un entrenador, me considero un deportista, un amante del fútbol sala, y una persona responsable, seria, íntegra y honesta. Y esto desgraciadamente se lleva muy mal con el tipo de personajes que se encuentra en los puestos directivos de nuestro deporte.

El hecho de que algunas federaciones de fútbol y sus respectivos comités de fútbol sala suelan tener una aureola de coto cerrado, de monopolio de intereses, de entramado de relaciones extrañas, de agrupaciones sectarias y manipuladoras…no puede servir de excusa como para que los de abajo, los que nos dejamos dirigir y organizar por unos cuantos, los que sufrimos sus incapacidades de gestión y sus capacidades de apropiación, nos quedemos indiferentes ante lo que vemos, oímos, sospechamos y sufrimos.

Pocos meses antes de las pasadas elecciones a la presidencia de la federación catalana de fútbol, una candidatura contactó conmigo para solicitar mi colaboración y participación hacia un proyecto renovador. Esta candidatura cumplía a priori con dos principios fundamentales para mí en un proyecto de este estilo: La transparencia y la libertad. Transparencia para sacar a la luz todo el oscuro mundo interior que se había generado durante los últimos años entorno al fútbol sala, y libertad como para que nosotros que vivimos día a día el fútbol sala, aportásemos las ideas necesarias para desarrollar un proyecto nuevo al margen de intereses políticos y económicos.

Desgraciadamente no salió bien, pero me permitió acercarme un poco más a los desmanes que habían ido realizando hasta entonces los responsables del fútbol sala catalán, y que yo había comenzado a comprobar y sufrir personalmente durante el último curso de entrenadores.

Y me acercaron a un mundo sórdido, a un mundo de corrupción, de intereses personales, de amenazas, de chantaje, de prevaricación, de apropiación indebida, de chulería, de prepotencia, de insultos…en definitiva a un mundo que desgraciadamente está organizativamente por encima de nuestro trabajo en las pistas, pero ante el que nos mostramos demasiado pasivos.

No estoy en contra del error, no estoy en contra de unas ideas, no estoy en contra de una determinada política. Estoy en contra y pretendo denunciar al chulo, al prepotente, al prevaricador, al chantajista, al que abusa y amenaza con su poder, al que utiliza bienes públicos para su beneficio personal, al que usa y abusa de su influencia, de su condición, de su amistad en beneficio propio y en detrimento de la ética y la honestidad.

Un buen amigo, Xavi Palau, acaba de recibir la noticia de que tras 15 años formando parte del grupo de profesores de la escuela catalana de entrenadores, en concreto como profesor de preparación física de los cursos de entrenador de fútbol sala, deja de contar como tal para la “cúpula directiva del fútbol sala catalán”.

Y esta noticia que sin más trasfondo podría entenderse como un cambio o renovación generacional, pinta mal. Y pinta mal por las formas, pinta mal por el fondo, pinta mal una vez más por muchas de las actuaciones que se deducen desde esos personajes que siguen dirigiendo el fútbol sala catalán.

Y digo que pinta mal, porque tal vez haya sido una losa definitiva para Xavi, el hecho de que el verano pasado participase en la organización de unas jornadas técnicas para beneficio de cuanto entrenador quisiese apuntarse, amparadas bajo el logotipo de la ANEFS (Asociación Nacional de Entrenadores de Fútbol Sala). O tal vez también haya sido determinante para su “cese” el hecho de ser suavemente crítico con la organización del poder establecido en el fútbol sala.

Cuando hablo de los responsables del fútbol sala catalán durante los últimos 5 años, supongo que todos entendéis a quien me refiero. Y es que aunque pretendiese definir cargos, me resulta tremendamente difícil hacerlo, porque aunque no vivo desde su interior el entramado político, tampoco acierto a tener claro (ni lo veo por ninguna página oficial), cuales son los cargos responsabilidades ni tareas que estos personajes deben realizar. De todas formas eso ya es así, porque para ellos da igual donde figuren y lo que hagan. Lo realmente importante para ellos es cuál es el beneficio personal que pueden sacar de su posición, incluso hasta la situación más ruin de beneficiarse con la comisión de unos simples bocadillos.

En cambio si veo perfectamente claras algunas de las barbaridades que realizan, y que desgraciadamente cada vez más nosotros estamos dejando que así sean.

Un simple ejemplo lo constituyen los dichosos cursos de monitor en fútbol sala.

En la circular número 3 de la temporada 2009/10, la RFEF aprueba la nueva regulación del Libro General sobre las titulaciones para entrenadores de fútbol sala, en la que se establece que los equipos adscritos a categoría nacional deberán disponer de un entrenador titulado en nivel 1, 2 o 3, en función de su categoría competitiva.

Esto viene a decir que para ellos no existe ni contemplan la categoría de monitor de fútbol sala, porque a nivel autonómico está delegado en las correspondientes federaciones territoriales. Por tanto parece lógico que una federación territorial pudiese aprovechar una circunstancia de este tipo, como para definir que a sus entrenadores de fútbol sala base les va a exigir que dispongan del título de monitor. Y así fue y está siendo. Es decir, hace años que dada la gran cantidad de entrenadores que existían sin ningún tipo de titulación, se les exige que dispongan de un mínimo título de monitor de fútbol sala.

Indudablemente parece una estrategia bien montada, ya que si existe una normativa de nivel nacional que obliga a los entrenadores a disponer titulación de nivel 1,2 o 3, pero que deja libre el manejo de la normativa sobre el título inferior de monitor, parece una alternativa al menos legal, que el comité autonómico obligue a que todos los entrenadores que quieran dirigir un equipo territorial a realizar el curso de monitor pasando por caja y asegurándose con ello unos suculentos ingresos como federación y comité de fútbol sala.

Pero señores lo que ya no me parece tan lícito ni tan ético, es que esos cursos de monitor sólo los pueda dar la federación catalana de fútbol a través de su escuela catalana de entrenadores, y rechace sistemáticamente que un entrenador pueda solicitar su licencia federativa presentando un título de monitor de fútbol sala obtenido a través de cualquier otro centro de formación nacional. Y mucho menos ético y mucho menos lícito que los profesores de esos cientos y cientos de cursos de monitores en fútbol sala, estén designados a dedo, y curiosamente sean las mismas personas que dirigen nuestro fútbol sala catalán. Y no va más como se diría en el póker…que incluso cualquier “amiguete” del poder establecido, decida organizar en el pabellón de su pueblo un curso de monitor de fútbol sala amparado auspiciado y respaldado por sus coleguillas federativos, con la intención de obtener unos buenos ingresos aunque seguramente sin llegar a embolsarse aquella cifra récord que muchos vimos en un sms, confesión del propio autor.

Pues así que el negocio es redondo ya que el comité de fútbol sala obliga a pasar por caja a cientos de entrenadores para que realicen un curso que se sale de la regulación académica exigida por la Generalitat (solo contempla nivel1, 2 y3), pero que hábilmente el comité de fútbol sala ha conseguido mantener en vigor y aprovechar con ello para embolsarse unas importantísimas cantidades de dinero a cuenta de los entrenadores catalanes.

Y claro, luego viene el chulo de siempre a decir y a explicar que la designación o no de un profesor, como es el caso de Xavi, es algo que lo decide (vergonzosamente a dedo) el responsable de los cursos de entrenadores, designación que tiene tan sólo una duración de un año, y que está totalmente libre de compromiso, incluso insinúa que tal vez se haya tenido en cuenta para no renovar su continuidad la valoración que los alumnos hubiesen podido realizar sobre su trabajo. ¿Si, 1 año?…¿cuántos años lleváis asignándoos a dedo vuestra participación como profesores en los cursos?.

Pero 15 años dan para mucho prestigio. Y todos sabemos, porque lo hemos disfrutado, la inmensa calidad que Xavi Palau tiene como profesor, aunque lamentablemente para su continuidad en la lista de profesorado del fútbol sala, no la tenga como lameculos.

¿Y sigue siendo ético y lícito que soportemos a esta cúpula directiva del fútbol sala catalán, que decide año tras año a dedo, asignarse como profesores de los dichosos cursos de monitor y por supuesto de otros niveles superiores, garantizándose todo lo que os podáis imaginar y más?

Situaciones como éstas y como muchas otras que me gustaría detallar, son las que me revuelven el estómago y hacen que no desee quedarme indiferente ante ellas.

Algunos de vosotros me habéis oído comentar días atrás la necesidad de hacer algo. De comenzar a mover alguna o algunas acciones para que estos indeseables dejen de pasarnos la mano por la cara de esta forma tan vergonzosa. Porque ya no se trata tan sólo de que políticamente estén a años luz de lo que podemos pensar los que vivimos con dignidad el fútbol sala. Ya no se trata de que puedan ser más o menos capaces e inteligentes a la hora de gestionar unos recursos o un proyecto de trabajo. Ya no me inquieta que alguien pueda acertar o equivocarse en sus decisiones, si no que lo que realmente me inquieta es que por encima de nuestro sacrificio, de nuestro esfuerzo, de nuestras horas de trabajo, estén unos indeseables de estas características, erigiéndose como representantes de algo que nosotros no deseamos.

Tener ideas y crear iniciativas es bien fácil, pero necesitamos una importante solidaridad para que cualquiera de ellas salga adelante. He hablado con alguno de mis compañeros de buscar una figura honesta y prestigiosa para que encabece un trabajo futuro de reforma y limpieza. He pensado en abrir una página facebook de denuncia permanente, porque sois muchos los que conocéis detalles que pueden incluso ser denunciables de forma legal. En fin…hay muchas posibilidades, pero cualquiera de ellas debe ser solidaria y firme…con un único objetivo: Limpiar la sucia cúpula directiva del fútbol sala catalán.

LIMPIEZA EN EL FUTSAL CATALÁN !!!!!

Desde aquí, agradecer el apoyo moral de mi buen amigo Paco.