La práctica de deporte o ejercicio físico tiene innumerables ventajas, como es evidente, pero a veces nos trae los problemas propios de practicarlo de forma amateur o semi-pprofesional por la falta de medios. Dicha falta de medios nos lleva a un desconocimiento de varias cosas, como la prevención y tratamiento de las lesiones.
Una de las lesiones más habituales en futbolistas (tanto de fútbol 11 cómo de fútbol sala) es la osteopatía de pubis o también llamada pubalgia. No es más que una inflamación de los tendones propios del pubis, normalmente producidos por una sobrecarga de los músculos aductores (parte baja) o del recto abdominal (par
te alta) y que puede ser tanto traumática (puntual) o puede llegar a ser crónica. El 50% de estos casos puede pertenecer potencialmente a futbolistas, tal y como hemos comentado anteriormente, pero también puede afectar a jugadores de rugby, ciclistas, altetas e incluso levantadores de pesas.
¿Qué factores pueden provocar una pubalgia?
*Acortamiento de músculos del miembro inferior (isquiotibiales, aductores).
*Hiperlordosis lumbar.
*Espondilólisis.
*Sobreentrenamiento.
*Movimientos o acciones potencialmente peligrosas o mal realizdas (forzadas).
*Estado del propio terreno de juego.
PREVENCIÓN DE LA PUBALGIA
Siendo la pubalgia una lesión tan incapacitante debemos prevenirla y para ello es necesaria la estrecha colaboración entre jugador, entrenador, médico y fisioterapeuta. La prevención pasa por un entrenamiento programado y progresivo en el que deben ser prevenidos y tratados todos los factores predisponentes.
El buen trabajo de la musculatura abdominal y los estiramientos de los adductores y los isquitibiales debe ser realizado en todos los entrenamientos para conseguir que el futbolista tenga un adecuado equilibrio muscular. Algunos preparadores deportivos aconsejan llevar a cabo estos ejercicios de manera muy seria al comienzo de la temporada como medida preventiva.
Algunas normas terapéuticas:
- Al aparecer una lumbalgia el paciente deberá guardar reposo deportivo completo y suficientemente prolongado, entre 40 y 90 días, para que se recupere cualquier afección tendinosa.
- Los antiinflamatorios deben ser prescritos por el médico y preferentemente han de ser no esteroideos, se han de administrar en dosis moderadas y decrecientes durante 20 ó 25 días para que sean eficaces a nivel de cualquier elemento tendinoso afectado.
- Antes de volver a los entrenamientos se ha de llevar a cabo la tonificación y el fortalecimiento muscular.
- El retorno a la actividad deportiva ha de ser progresivo y programado.
- El tratamiento quirúrgico es reservado para aquellos pacientes en que el tratamiento médico y fisioterapéutico no es fructuoso tras aproximadamente tres meses.
TRATAMIENTO FISIOTERAPÉUTICO DE LA PUBALGIA
Se plantea primero un tratamiento conservador basado en el cese de la actividad deportiva y la implantación de un buen plan de fisioterapia que conste de:
- Trabajo isométrico de adductores, abductores, recto anterior abdomen y oblicuos.
- Elongación por posturas excéntricas de isquiotibiales, abdominales, adductores y psoas (los estiramientos analíticos suelen ser demasiado dolorosos).
- Electroterapia (EMS, US, magnetoterapia y láser).
- Masoterapia y Cyriax en adductores y abdominales.
- Frío tras la sesión de fisioterapia.
-Un tratamiento osteopático con normalizaciones del pubis, iliaco, columna lumbar y miembro inferior también sería aconsejable.
La realización de estiramientos activos de los adductores suele ser dolorosa y es por eso por lo que la adopción de posturas excéntricas da mejores resultados y con menos molestias. Si el dolor permite la realización de estiramientos es importante recordar que no solo hay que estirar el Adductor Medio, el mayor y el menor también deben ser estirados, pues ellos también son posibles causantes de una pubalgia.
En algunos casos de "Pubalgia Alta" los jugadores afectados admiten haber superado la enfermedad únicamente con la realización de muchos abdominales al día (algunos afirman que realizaron más de mil abdominales diarios). Es interesante repetir a estas alturas que si al realizar ejercicios de tonificación abdominal aparece mucho dolor (suele ocurrir) basta con elevar los hombros del suelo unos 10cm unilateral o bilateralmente dependiendo de si queremos tonificar el Recto Anterior o los Oblicuos.
Insisto finalmente en lo fundamental que es el reposo deportivo en esta patología. Merece la pena estar tres meses sin hacer deporte y poder seguir haciéndolo después sin pasar por el quirófano. Una buena pretemporada teniendo en cuenta todos estos ejercicios evitará la aparición de la patología, así como la realización de un buen calentamiento y una buena vuelta a la calma. Tomáoslo en serio, ¡merece la pena!